Contratar Servicio Coaching Para Adelgazar -  Consultas  - Libros  -Notas  Terapia FloralCoaching   Preguntas Frecuentes / Contactar    Productos y Servicios


Use la cabeza para adelgazar - /- Lo que engorda es la emoción

          


Estrategias de Motivación para llevar adelante una dieta 

 

 



SUMARSE A LA CAMPAÑA

           


  

Visite Aflorarte.com

Especialistas en 

Coaching 

y Flores de Bach

 

Quién es 
Liliana Dercyé

 


  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Adicción a la comida

No se puede pactar con las dificultades: o las vencemos o nos vencen...
La mente es como un paracaídas: ¡solo sirve si se abre!


  • Cada vez que salia a comprarme ropa y me miraba en el espejo, terminaba comprándome un helado para calmar mi frustración

  • No podìa concentrarme en el estudio si no tenía a mano algo para picar 

  • Nada me calmaba mejor que una buena cerveza y algunos bocaditos antes de salir a divertirme

  • Mirar la peli sin algo para comer era odioso

  • Siempre ante una difiultad o una discusión terminaba arrasando la heladera 

  • Vivìa tan obsesionado por las calorías que el mínimo desliz me producía una angustia insoportable y terminaba comiendo por demás. Ese día lo consideraba un día completametne perdido. Sentìa que tenía que empezar de nuevo 

  • Siempre me gustó organizar fiestas y reuniones, pero los preparativos me ponían tan nerviosa que me pasaba todo el tiempo comiendo con la agenda en la mano

Estos son relatos muy comunes de personas que suelen mantener un vínculo distorsionado con la comida. Personas que pierden el (auto)control y hacen progresos fenomenales a partir de detectar exactamente cuándo, dónde, y en qué consistían sus fallas con la comida.. La mayorìa de las personas cae en estado de impotencia con la comida. Creen que a todos les pasa lo mismo que a ellos, sin embargo una diferenia minima reconocida a tiempo puede iniciar un proceso de transformación formidable.  Con esta idea en la mente, solo pregùntese qué va a decir usted al cabo de un tiempo respecto de en qué consistía exactamente su problema con la comida

¿Y cuál considera usted que va a ser su relato a la hora de explicar cómo resolvió el dilema definitivamente? 

Lea nuevamente mis preguntas y deténgase a reflexionar solo por un instante si es que le agradaría obtener una respuesta personal, realista y sincera al planteo que le acabo de formular. Si es que cree en un futuro mejor, déjese llevar por la nutrida lectura de este sitio web para permitir que desde capas más profundas de la conciencia,  su mente elabore para usted una respuesta que lo satisfaga por completo

Mientras deja su mente ocupada en su tarea (porque si ha dedicado al menos un minuto de reflexión sincera,  uno de estos días tendrá usted una respuesta que lo sorprenderá) lo invito a seguir leyendo para considerar un tipo de vínculo adictivo que suele establecerse con la comida y que probablemente la esté padeciendo usted en este momento. 

Me refiero a la forma comer obsesionado por las calorías. Se trata ni más ni menos que de un tipo de adiccion a la comida. Uno no deja de pensar en la comida; vive pendiente de ella, de las calorías de cada alimento. 

En efecto, resulta un vìnculo bastante enfermizo, antipático que se establece con la comida; un vìnculo esclavizante que con las mejores intenciones lo enseñan precisamente aquellos que tratan de ayudar.  Apuesto a que también a usted le han recomendado esta práctica de controlarlo todo. Apuesto a que al menos le ha pasado alguna vez de comer con la balancita a cuestas en la mente; preguntando a los mozos de los restaurantes y sintiéndose incómodo. Preguntando con nervioso disimulo a los dueños de casa que amablemente lo invitaron a una cena y sintiéndose odioso,temeroso de ofender con sus preguntas, y prefiriendo haber podido siquiera faltar a la cita. Efectivamente, un tipo singular de adicción a la comida en tanto se viva pendiende de ella. 

Le ha pasado más de una vez de no poder disfrutar por completo de una reunión donde hay comida de por medio. Antes, durante o después de comer aparece la amargura, la inquietud y hasta la tendencia a maldecir el hecho de tener que alimentarnos. 

Comer obsesionado por las calorías es un modo de comer que agrega ansiedad. No deja de ser una singular versión de adicción a la comida. La pregunta es: ¿cómo nace esta ansiedad por comer?  

Más importante aùn: ante la ansiedad por comer ¿es hambre lo que se siente?

La mayorìa de las veces no es precisamente hambre lo que se siente sino unos fuertes deseos de morder, de dominar, deseos de poseer, deseos incluso de tapar, romper o de destrozar. Si consideramos estos ejemplos como expresiones de la parte activa del impulso, su contrapartida pasiva revelaría una fuerte necesidad de protección, de aprobación, de pertenencia, necesidad de exclusividad.  

Los tratamientos para adelgazar basados fundamentalmente en el conteo de calorías que consideran beneficioso recordar y machacar al obeso sobre los riesgos de comer grasas y aumentar el colesterol, la alta presión y cuánto se tapan las arterias, los riesgos al sistema circulatorio, respiratorio, digestivo, cardiovascular solo pueden producir miedo y desaliento. 

El cuidado de la salud es una frase bonita que ha inducido una nueva forma de adicción. El cuidado se ha deformado en obsesión. 

Piense por un momento en la cantidad de nuevas adicciones que se han agregdo en los últimos tiempos?

Usted ya lo sabe, "el camino hacia el infierno está empedrado de buenas intenciones? 

De manera tal que una manera muy efectiva de resolver la adicción es antes que nada detectarla. Y para ello es necesario tomarse unos minutos y pensar con responsabilidad. Usted merece aprender a usar su cabeza para razonar y tomar decisiones por su bien. Si no lo hace, otros estarán encantados de tomar su cabeza y llenarla de cosas raras, o de cosas nuevas. 

Y asì arribamos a otra forma de adicciòn: la adicción a los consejos, a las modas, a las filosofìas de turno. El bienestar no necesita tanto palabrerío, ni tanta fórmula ultra moderna. Créame. Las preocupaciones, la información, son las sustancias de hoy dìa para generar nuevos tipos de adicciòn. Un tipo de adicción que tanto sirve a los laboratorios y clìnicas que pretenden ayudarlo contra las adicciones.

Tomemos por caso la relación entre la comida y la informaciòn, o la comida y las preocupaciones. Se llevará una sorpresa y comprenderá los motivos por los que no en vano aseguramos que lo que engorda es la emoción.  

Tome nota mental de estos tipos de adicciòn de la nueva era y evalúe si alguna de ella tiene "peso" en su vida: (adicción al conteo de calorías, adicción a la información, a las redes sociales, a las cirugìas, adicción a las preocupaciones, a las compras, a los viajes, al juego, al deporte, a la lectura, a la diversión, adicción a los vínculos infelices, a huzmear en la vida de las celebridades, adicción al cuidado de la salud, adicción al ejercicio fìsico, adicción a un determinado tipo de comida ¿otra?) 

El mundo occidental es un mundo tendiente a la adicción en todas sus formas ya sea adicción a las sustancias como a las costumbres. Un mundo que con facilidad cae en la adicción dada la vulnerabilidad creciente del individuo conforme se vaya acomodando en el sistema. La imperiosa necesidad de huir de las presiones, una sed de reconocimiento incontrolable no siempre conciente contribuye a empeorar las cosas pues no hay mucho tiempo para usar la cabeza, pensar y poner un freno a tiempo a las cosas que perturban. El mundo occidental necesita urgentemente procurarse placer, tapar vacíos de sentido, comprenderse en esas exigencias por cambiar o mejorar, (exigencias que muchas veces resultan locas, exageradas, incomprensibles, o sin razón de ser ni para qué fines exactamente). Necesita comprenderse en esa creciente necesidad de aprobación y pertenencia. Y fundamentalmente necesita entenderse en esos impulsos irrefrenables, en ese aferramiento inevitable y sin control a sustancias o a comportamientos en la medida que ellos le sirvan para suavizar tanta variedad de emociones intensas. 

Cualquier occidental que lea estas lineas se verá tentado a tildarlas de exageración. Es que el acostumbramiento a una determinada manera de vivir, es sin duda un impedimento para evaluarla. Resultará especialmente valioso en estos casos, hacer una sabia distinción a tiempo entre lo que es común y lo que es normal.  

Por su parte, (y mientras tanto), el cuerpo siempre se las ingenia para revelar secretos del mundo interior. En este sentido, el sobrepeso muy bien puede reflejar el sobrepeso de preocupaciones. Solo basta observar un poco alrededor para obtener intuiciones y percepciones; apreciar la precisión y el modo inequívoco con el que el cuerpo, con sus contornos y sus gestos, revela el sobrepeso de emociones. 

¿Se ha detenido a usted observar a gente sana ultra-preocupada por el cuidado de su salud, por mejorar la calidad de vida? Estos temas han degenardo también en singulares forma de adicción porque las soluciones raramente se toman en forma armoniosa. Se toman soluciones en forma angustiosa. Se hacen consultas compulsivas al médico, a Internet, a libros, etc. A la hora de tomar acciones, aparece el bloqueo, el exceso de entuisasmo inicial seguido de desencanto en cuestión de dìas.  

Tomemos por ejemplo una persona, con inquietudes saludables de cuidar su salud.  Empieza a informarse y continúa. Sin que se diera mucha cuenta se le agrega a sus preocupaciones cotidianas, una nueva forma de temor (nacido de los "grandes descubrimientos" que se publican en diarios y revistas de divulgación masiva). Esta persona se entera de incontables prácticas que a diario surgen convenciéndole de sus beneficios y por lo tanto, que le conviene hacer. Se entera de alimentos que le convienen incorporar, de nuevas maneras que se descubren para cocinar esos alimentos. No tiene manera de verificar la veracidad de la información; tampoco de evaluar si acaso se encuentra consultando publicaciones con fines publicitarios y manipuladores. Solo puede enterarse de lo que existe. Y de pronto resulta ser que son tantas las tareas que debe llevar a cabo en pos de cuidar su salud que no le alcanzan las horas del dìa para satisfacer la demanda de la buena salud y se debilita. Contrario a lo esperado, la persona puede decaer ya sea que decaigan sus fuerzas, su conciencia de sí (considerandose no apto)  o que decaigan sus ilusiones.   

Esa sana inquietud inicial por cuidar su salud ha degenerado en una carga insoportable,  una tremenda e inusitada responsabilidad por su buena salud. Esa novedad de sentir que su salud está en peligro como no parecía estarlo tiempo atrás cuando nada sabía de los secretos relacionados con la buena salud. Y sin embargo, y paradójaicamente siente que antes se encontraba mejor que ahora que tanto ha aprendido. 

En lo relacionado a los tratamientos para bajar de peso, no sería de extrañar que una persona en situación semejante termine sintiéndose vencida, en estado de alerta rojo, perdida en sus esperanzas, convencida de no estar a la altura del desafío que representa para ella bajar esos kilos de más.  

Nuevos hallazgos producen esperanza pero tambièn producen un tremendo estado de ansiedad. Y es la ansiedad y ninguno de los datos aprendidos lo que impulsa a comer, a querere más y más. A profundizar el estado de insatisfacciòn. La ansiedad, el nerviosismo, el estado de carencia son los impulsos energétivos responsables del sobrepeso, del ataque al corazòn, del ataque de hígado. 

Sanando las emociones, lo demás vienen por añadidura. 

Si usted quiere adelgazar y algo se lo impide, busque en sus emociones. Lo que engorda es la emoción. Recuérdelo. Esta observación le permitirá usar la cabeza para adelgazar. 

Y notará resultados excelentes, más rápidos y contudentes cuanto más rápido y contundente sea su vuelta a la primera línea de esta nota y el nivel de compromiso que dedique usted a su reflexión.

La comida, un delicioso refugio.  Puede servirle para huir cada tanto de realidades indigeribles. La información sirve y mucho si se la eleige bien para obtener respuestas y solucuiones. Manténgase informado para conocer lo que existe y a la hora de decidir no olvide, cada tanto, consultar en su interior.  

-----------------------------------------------------------------------

Cuando tenemos un problema, una duda, una inquietud, consultar está muy bien. Pero mejor aún es elegir bien a quién se le hará la pregunta. 

Mantenerse informados no está mal siempre y cuando se haga un uso inteligente de la información porque la informacion en sí misma, ni la toma de conciencia de los riesgos que se están corriendo modificará su hábito.  

Muchas personas ingresan en un estado de alerta rojo como no lo estaban  antes cuando ignoraban muchas cosas. Descubren que ahora se sienten inseguras, más inquietas, más sensibles, con miedos; se sienten perdidas y solas, con una enorme responsabilidad respecto de su salud, y abrumadas con las tareas que tienen por delante y que dudan poder cumplir. Estas emociones y sensaciones desagradables que se combinan entre ellas y van en aumento generan un grado de malestar emocional que obliga a la persona a buscar refugio. 

Busca refugio de un modo ansioso, desesperado que, por lo general, se intenta disimular. Así como muchos encuentran refugio y distracción en el juego, otros en las compras, en el alcohol o en el tabaco, muchos lo encuentran en la comida. Contrariamente a lo que se esperaba, nace la adicción a la comida a partir de una información y de pautas bienintencionadas.  Contar las calorías  en cada comida sirve para recordarles cada riesgo y su responsabilidad. No solamente resulta una tarea antipática sino que se torna un verdadero tormento, y puede tener efecto boomerang fuertemente negativo porque de las emociones tormentosas nace la tendencia a la adicción.

La adicción empieza a desaparecer de la mano de la esperanza. Y la esperanza también viene con la información.  Elegir una dieta con miedo, con certeza negativa, sumido en la desesperanza difícilmente dará buenos frutos. Comprobamos esta verdad en cada persona que abandona su dieta u se pierde en la adicción. 

La adicción a la comida no nace del amor propio, del estado de serenidad, confianza, seguridad. La adicción no está emparentada con la alegría y con las bellas emociones que acompañan todo acto manifestando respeto y cuidado por el propio cuerpo. 

Son las emociones las que inspiran nuestros pensamientos y actitudes. No es tan importante entonces el conteo de calorías como observar la circulación emocional en la que estamos inmersos y que definirá el curso de nuestros comportamientos y el tipo de elecciones, y decisiones que tomaremos. 

La ansiedad por comer estropea el acto tan vital como lo es el de llevar nutrientes al organismo y colaborar con el buen funcionamiento del metabolismo. La ansiedad por comer desencadena fuertes compulsiones, reacciones fuera de control. 

La ansiedad es fuente energética de daños no menores al organismo. 

Si a esta forma de comer no se la trata a tiempo, puede degenerar en adicción a la comida. Una manera de relacionarse con la comida a modo de calmante para los nervios.

La adicción a la comida, como la obesidad no surgen de la nada. No surgen de la noche a la mañana. Tanto la adicción a la comida como la convicción de sufrir de obesidad son procesos que se inician en la mente y que culminan en un producto terminado: el cuerpo desbordado y la auto-conciencia de obeso.

Nuestra mente está diseñada para reunir datos, pensar y extraer evaluaciones y conjeturas con las que nos situaremos en el mundo y a partir de las cuales operaremos en él.  Si nos consideramos a nosotros mismos como enfermos de obesidad nuestra mente enseguida se abocará a la tarea de reunir datos que confirmen esta creencia de que estamos enfermos y las disposiciones que inmediatamente aflorarán serán o bien la de intentar sanar, curarnos de la supuesta enfermedad,  o la tan frecuente dejadez. Algo así como ceder al destino. 

Inmediatamente comenzaremos a pensar y a sufrir las consecuencias de las conjeturas fatalistas propias de toda persona excedida de peso que se encuentre atrapada sin salida a esta creencia perturbadora de estar enferma; de no tener remedio, o de estar padeciendo un tipo de enfermedad que requerirá de su parte cuidados de por vida.  

¿Cómo ayuda este programa para adelgazar al adicto a la comida o al comedor compulsivo?

El programa de coaching para adelgazar ayuda especialmente a los adictos a la comida, al comedor compulsivo habituado a comer por ansiedad y sin placer, guiándolos en ejercitaciones de conducta superficial para que puedan descubrir los factores y razones de base que inspiran en ellos la gula, y a sus cuerpos y a sus células a comportarse como lo hacen. 

El programa enseña, sugiere, invita. 

No obliga: ¡Resulta una estupenda sacudida a los sentidos!  

 

El programa resulta una apoyatura imprescindible para todo aquél que quiere adelgazar comiendo, para quienes sufren de obesidad; para quienes, habituados a tragarse emociones han desarrollado una manera adictiva de comer. El libro "La dieta de un dia, cuando adelgazar realmente importa
está incluido en el Programa de Coaching Para Adelgazar. Consta de 507 páginas repletas de ejercicios y técnicas del lenguaje estratégico aplicadas al proyecto "adelgazar".  

Brinda conceptos y ejercicios que permiten comprobar por uno mismo y a través de la propia experiencia que si una idea respecto de mi mismo me había llevado a comer en demasía, a desarrollar un cuerpo desbordado o a sentir que no tengo remedio, operando sobre esa idea de mi mismo para corregirla, mejora mi comportamiento y se optimiza mi disposición general.  Que así como una idea negativa respecto de mi persona conseguía inducir a mi cuerpo a asimilar, a retener, a sentir hambre, a aumentar de peso aún tomando agua mineral, aplicando cambios estratégicos sobre esa idea que conservo de mi metabolismo, mejora el funcionamiento de mi metabolismo.  

El comedor  compulsivo que intenta paliar con comida un enorme vacío de expectativas descubre en sus prácticas que para superar su adicción a la comida, para adelgazar comiendo y sin sufrir solo necesitaba alcanzar ese estado emocional que lo dejaba apto para el reto.   

Este artículo continúa. Para leer el artículo completo y ensayar los ejercicios suscríbase al 
Curso Introductorio Gratuito
.
 
Complete el formulario a continuación para recibir 2 artículos por día durante 7 días con provocativas observaciones, conceptos y ejercicios de reflexión que lo dejarán pensando...

Si usted es terapeuta o profesional de la salud, querrá aplicar estos conceptos para ayudar a sus pacientes de un modo ameno en su consultorio, como una charla informal relajada pero no menos reveladora

No los deje pasar....

Para que las cosas funcionen hay que hacerlas funcionar

 

 

CURSO  INTRODUCTORIO **GRATIS**

Suscripción abierta al público

Subscríbase ahora para recibir
Curso Básico Gratuito: en 18 mensajes 


NO incluye
videos, lecciones ni ejercicios del Servicio 

Más información sobre el 
Curso Introductorio aquí

 

IMPORTANTE: Al suscribirse revise su
Carpeta de Correo Spam-
 
Lamentablemente muchos mensajes 
se pierden allí

 

 

Volver


Lo que no empiezas hoy no podrás terminar mañana        Lo que engorda es la emoción......Use la cabeza para adelgazar



Amazon.com Widgets
 

       

 

Una imagen vale más que mil palabras 


Prepárese para una 
sacudida a los sentidos 
con una batería de videos movilizantes,
(...
algunos, impresionantes...).
con una ol
a de  
interrogantes poco habituales
que no lo dejarán quieto...

Porque no es lo mismo imaginar que experimentar, contratar el servicio de Coaching para Adelgazar

 

 

 

 

 

    

 

 

 

Contactar

Iniciativas de Liliana Dercyé:  
 www.aflorarte.com  / www.lilianadercye.com 

Aviso de Copyright © 2008: www.loqueengordaeslaemocion.com    Todos los derechos reservados

 

 

 

free hit counter