Para 2030 habrá 30 millones de personas afectadas con diabetes
en América Latina, según proyecciones de la Asociación Americana de Diabetes. Basta una dosis diaria de movimiento
y una alimentación sana para alejarla Por Maruja Dagnino
Sao Paulo. Enviada Especial
Para
el año 2030, en América Latina habrá 30 millones de personas
afectadas por diabetes mellitus, lo que supondría un incremento
de 125% desde el año 2000, de no haber un cambio en los patrones
de calidad de vida de los individuos. La advertencia proviene de
la Asociación Americana de Diabetes (American Diabetes
Association- ADA), en el marco del evento Unidos contra la
diabetes, realizado el pasado mes de abril en la ciudad de Sao
Paulo (Brasil). Patrocinado por el laboratorio francés Sanofi
Aventis, como parte de su Programa de Educación Médica Continua
que busca elevar la calidad de vida de los pacientes, a este
evento asistieron reconocidos médicos especialistas y expertos en
nutrición de toda Latinoamérica.
Lo
que se hereda no se hurta
Según proyecciones de la ADA se estima que, en la actualidad, la
diabetes afecta a unas 171 millones de personas en el mundo y se
espera que aumente a más del doble para el 2030. Incluso se
entiende que, en América del Sur y el Caribe, el índice de
crecimiento de esta enfermedad que se asocia a la obesidad,
alcanzará 148%.
La ADA define este fenómeno como una epidemia global y señala
que el envejecimiento de la población, que es más propio de los
países europeos, es una de las principales causas de diabetes. En
los países en desarrollo, sin embargo, donde sucede totalmente lo
contrario, el principal factor de diabetes es la obesidad en
edades cada vez más tempranas, incluso durante la infancia,
situación impensable hasta hace poco.
Con
su conocido sentido del humor, el escritor venezolano Mariano Picón
Salas solía decir que la diabetes es una enfermedad grave, pero
nunca esdrújula. Y tenía doblemente razón: es muy grave y no
lleva tilde.
En
términos estrictamente técnicos, la diabetes se origina por una
deficiencia de insulina, hormona que se produce en el páncreas
encargada de captar la glucosa -principal fuente de energía para
el metabolismo celular- que está en la sangre y de llevarla a las
células para que éstas la transformen en energía. Cuando la
insulina es insuficiente, la glucosa se acumula en el torrente
sanguíneo y el metabolismo se ralentiza, afectando el sistema
nervioso, el corazón, los riñones y la vista.
Es
a este trastorno metabólico que se le conoce como diabetes
mellitus. Y, aunque no se sabe a ciencia cierta qué la origina,
se sabe que existe un factor hereditario en primer grado y que la
obesidad, la vida sedentaria y el embarazo pueden desencadenar una
diabetes. Es una enfermedad sumamente incómoda y peligrosa, que
se puede prevenir y se puede controlar, pero una vez que llega jamás
abandona. Y la manera de tratarla es mantener los niveles de
glucosa en la sangre, la presión sanguínea y el colesterol
dentro de los estándares deseables para que el organismo pueda
realizar sus actividades metabólicas.
No
es difícil deducir que el avance de esta enfermedad en América
Latina se debe, en parte, a la adquisición de patrones
alimentarios que en nada favorecen la nutrición y la salud, como
el exceso de alimentos hidrogenizados, ricos en grasas
monoinsaturadas y aditivos químicos, y pobres en fibra, vitaminas
y minerales. Características que suelen estar presentes en los
alimentos empacados y en la comida rápida.
Es
por ello que la American Diabetes Association, conjuntamente con
Sanofi Aventis, ha decidido emprender esta cruzada, basados en la
necesidad de hacer un diagnóstico oportuno, dado que la
prediabetes (fase previa a la diabetes2) es asintomática; es
decir, que aparece silenciosamente aunque los niveles de azúcar
en la sangre sean anormales. Y, por otro lado, proponiendo un
estilo de vida adecuado, donde se combine la buena alimentación
con el ejercicio físico y la supresión de hábitos como el
tabaquismo y el consumo de alcohol. Si se logra reducir al menos
de 5 a 7% del sobrepeso total, se considera ya un adelanto.
La gran pregunta es cómo detectar la prediabetes si ésta es
asintomática. Hay varios factores que podrían indicar la
necesidad de practicarse un examen: el primero es contemplar si se
tiene padres o hermanos diabéticos. Luego, cualquier persona con
más de 45 años con sobrepeso u obesidad, niños con sobrepeso, o
una madre que dio a luz un niño de más de 4,5 kilos o padeció
de diabetes gestacional, debería practicarse un examen. Y una
cintura de más de 90 centímetros es ya una razón "de
peso" para preocuparse. Hay un proverbio zen que dice que
como se es afuera se es adentro.
Cuidado
con lo que comes
Aunque es engorroso convivir con la diabetes, tampoco es una carga
imposible de llevar, según Omidres Pérez, médico endocrinólogo,
especialista en diabetes del servicio de Medicina Interna de la
Cruz Roja y del Centro Médico de Caracas. "Incluso -dice- la
alimentación de un diabético no dista mucho de lo que debería
ser la alimentación de cualquier persona normal".
"Se
trata, básicamente, de llevar una alimentación balanceada, con
un control de los carbohidratos de absorción rápida, o simples
como el azúcar y las harinas, sustituyéndolos por aquellos de
absorción lenta como frutas, verduras, hortalizas, granos y
cereales ricos en fibra, para evitar la acumulación de glucosa en
la sangre, y al mismo tiempo permitir al organismo obtener la
energía que necesita para funcionar. Es decir que el diabético
puede tener una alimentación surtida, con pocas limitaciones,
pero en las proporciones y combinaciones posibles", explica
la doctora Pérez. "Entre un pan blanco y uno integral no hay
una diferencia calórica importante. Sin embargo, la fibra
favorece que la absorción de ese hidrato de carbono sea más
lenta y que no haya un pico glicémico".
La
especialista explica también que el ayuno prolongado favorece la
transformación de carbohidratos en grasas, razón por la cual, si
se ingieren carbohidratos de absorción simple por la noche, es lógico
que se transformen en grasa, tomando en cuenta que la actividad física
en la noche es nula. Por otro lado, Pérez asegura que el estrés
es un factor que condiciona la lipogénesis (transformación de
las grasas en triglicéridos), que afecta la producción de la
insulina y que es un desencadenante de muchas enfermedades
cardiovasculares, así que cualquier actividad física no sólo
ayuda a la metabolización sino a liberarlo.
En
relación con los adictos a los carbohidratos, recomienda
tratamiento psicológico "para lograr un cambio de estilo de
vida, y a fin de identificar el desencadenante de la dependencia
hacia algún tipo de comida". Por último, advierte que la
hipoglucemia produce daños neurológicos, que se trata de un
deterioro silente y progresivo que puede derivar en demencia y
trastornos cognitivos.
Un
viaje sin regreso
"Lo más importante aquí es tener conciencia de que no
podemos dar marcha atrás al reloj". Para John B. Buse,
presidente de la American Diabetes Association (ADA), la diabetes,
aunque es una enfermedad controlable, es difícil de sobrellevar.
¿Cómo
es la vida de un paciente diabético?
"Los diabéticos deben controlar los niveles de azúcar en la
sangre diariamente, a través de unas mediciones, llevar un
estricto control de la alimentación y entender que en cualquier
momento pueden tener bajas o altas de azúcar, con unos síntomas
que pueden llegar a ser muy molestos. La diabetes es un asesino
silencioso. 'Como me siento bien, no me parece grave', dice la
gente. Y sí, es una enfermedad muy grave, no es realmente una
cosa livianita".
¿Es
el azúcar lo que causa la diabetes?
"Falso. El azúcar no es lo que causa la diabetes sino la
cantidad de calorías. Engordas y eso es lo que produce la
diabetes".
¿Entonces
la diabetes es consecuencia de la obesidad?
"Hay dos tipos de diabetes, una que no tiene nada que ver con
la obesidad. La otra es la que padece 95% de los diabéticos y éstos,
generalmente, son obesos. Si todos fuéramos flaquitos, no habría
casi diabetes. Por ejemplo, los mexicanos y los puertorriqueños
son étnicamente propensos a la diabetes, pero los Pima en México
son flacos y en Estados Unidos son obesos, porque llevan una mala
alimentación y una vida sedentaria. Obesidad es causa de
diabetes. Y no sólo la obesidad sino el exceso de peso. Si nos
deshacemos de la gordura nos desharemos de la diabetes".
¿Todos
los diabéticos requieren tratamiento con insulina?
"La insulina, que se administra con inyecciones, no es el único
remedio para la diabetes. Ese el último recurso. También existen
tabletas".
¿Cómo
debe ser el régimen de vida de un diabético?
"La primera recomendación es comer verdadera comida.
Verduras, hortalizas, frutas. Nada de comida preempacada o comida
chatarra, pues ésta tiene mayor contenido calórico. Después,
hay que hacer mucho ejercicio. Caminar mucho. Subir y bajar
escaleras. Hay que tratar de estar en movimiento. Cuanto más se
camine es mejor. Y este consejo va para quienes tienen o no
diabetes. Se puede hacer cosas sencillas todos los días, como
estacionar lejos para obligarse a caminar más. Cada paso es
importante. Bailar es una actividad saludable".