Por AFP-AP
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la obesidad ha
alcanzado dimensiones de epidemia mundial con más de mil millones
de personas adultas con sobrepeso, de ellos al menos 300 millones
clínicamente obesos.
Según un informe sobre obesidad difundido por el Instituto de
Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), alrededor de un
30% de la población en Chile tiene sobrepeso.
El
problema
global tiene sus efectos en Chile, en donde se estudia una política
nacional para enfrentar el tema.
Publicado:Miércoles,
28 de Abril de 2004
El
planeta sufre una nueva epidemia que deja en claro las paradojas
de un desarrollo mundial injusto. Mientras las hambrunas azotan a
gran parte de la Tierra, el resto aumenta de manera preocupante de
peso.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la obesidad ha
alcanzado dimensiones de epidemia mundial con más de mil millones
de personas adultas con sobrepeso, de ellos al menos 300 millones
clínicamente obesos.
La "globesidad", como ha sido llamada, no respeta
divisiones entre países ricos y pobres, en donde muchas veces
convive con problemas de desnutrición.
El consumo de más calorías de las necesarias gracias a alimentos
pobres nutricionalmente, pero ricos en grasas saturadas y azúcar,
combinado a una baja en la actividad física han elevado al triple
las cifras de obesidad desde 1980 en algunas áreas de Norteamérica,
Reino Unido, Australia y China.
Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso plantean un alto riesgo
de padecer enfermedades crónicas como la diabetes II, hipertensión,
enfermedades cardiovasculares, coronarias y algunos tipos de cáncer.
De acuerdo a las estadísticas actuales, en 2010 Chile tendrá
4.350.969 personas obesas. De ellas, 2.732.015 corresponderán a
adultos, 1.294.649 serán niños y 324.305 adultos mayores. Sumado
a la población con sobrepeso, equivalente a 4.679.400 personas,
se alcanzaría un total de 9.030.369 personas. Es decir, casi 10
millones de chilenos afectados por sobrepeso para el bicentenario.
Las cifras, publicadas en el número 11 de la revista Nutrición
XXI del Instituto de Nutrición y Tecnologías de Nutrición,
Inta, son el resultado de un estudio realizado por encargo de
Nestlé para conocer la realidad y proyecciones de la obesidad en
Chile y el mundo.
Las cifras son inquietantes y han generado una serie de
iniciativas que buscan atajar a tiempo la epidemia que no sólo
afecta a quienes la padecen, sino que constituye un problema de
salud pública, por los costos que significa para la administración
el aumento de personas enfermas. En Estados Unidos, país que
supera el 50 por ciento de población obesa, se gastan 500 dólares
adicionales al año por paciente obeso.
Política fiscal
El diputado Fulvio Rossi (PS) está empeñado en promover una política
fiscal en relación con los alimentos como una manera de enfrentar
de manera global la epidemia.
"La obesidad en Chile ha aumentado a niveles que están
alcanzando el 50 por ciento de la población, y a 20 por ciento de
los niños de primer año básico. Esta situación está
relacionada también con que la primera causa de muerte en Chile
son las enfermedades cardiovasculares, y está claramente
establecida la relación entre obesidad, colesterol y enfermedad
coronaria", dice Rossi.
La obesidad y el colesterol sanguíneo, cuenta el diputado, se
relacionan con la concentración de grasas saturadas,
especialmente las llamadas grasas trans, que son las grasas
hidrogenadas, y particularmente, con los alimentos hipercalóricos
como las bebidas carbonatadas y la comida chatarra.
Rossi, quien preside este año la Comisión de Salud de la Cámara
de Diputados, propone una política fiscal que fomente la
actividad física aumentando en un bloque de la jornada escolar
completa (dos horas) el tiempo dedicado a la educación física,
además de manejar la información nutricional de mejor manera a
través de un etiquetado obligatorio para todos los alimentos.
Junto con esto, se propone establecer una política fiscal de
alimentos que permita desincentivar el consumo de aquellos
productos que son negativos para la salud de las personas, las
llamadas dietas aterogénicas.
El precio de los alimentos estimula la compra y consumo de una
dieta alta en colesterol, particularmente entre la gente con
presupuestos para la alimentación más estrecho, por tanto su
adquisición se vería mermada al tener un gravamen especial
(llamado también impuesto a la grasa), lo que ayudaría a
prevenir un número importante de muertes prematuras al año.
"Los pobres, por sus restricciones materiales, se ven
forzados a consumir productos que son más baratos, pero menos
nutritivos. Queremos que los alimentos saludables sean más
baratos y que, tal como se hace con el tabaco, en los alimentos
nocivos se diga que consumir tanta sal puede producir hipertensión,
que consumir tanta grasa trans y colesterol puede producir
enfermedades coronarias", dice el diputado Rossi.
Para el diputado Fulvio Rossi está científicamente demostrado
que la comida chatarra produce obesidad y patologías en los
menores y condiciona la aparición de problemas vasculares
coronarios precozmente.
Las compañías de comida rápida están preocupadas y han
desarrollado en todo el mundo campañas para ofrecer una dieta
baja en carbohidratos a sus consumidores.
McDonald's presentó hace unos días un programa de nutrición
(disponible enwww.mcdonalds.cl)
que busca transparentar los contenidos nutricionales de sus
productos, además de ofrecer comida alternativa a sus clientes.
"Este programa de nutrición no pretende reemplazar el rol
educativo troncal de la comunidad científica-académica o
gobierno, sino más bien ejercer un rol de apoyo y
complementario", dijo en el lanzamiento de la campaña
Horacio Sbrolla, director general de McDonald's.
Sin embargo, para los diputados Fulvio Rossi y Guido Girardi
(PPD), esta campaña constituye publicidad engañosa, por lo que
se reunieron con el Sesma y Sernac para que se investigue el caso.
"Lamentablemente, McDonald's está incurriendo en publicidad
engañosa. Están diciendo, dentro de su información nutricional,
que los requerimientos calóricos de los menores son mayores que
lo que realmente son para justificar la ingesta de
hamburguesas", dice el diputado Fulvio Rossi