El
agravio no es meramente estético, dado que la morbimortalidad
aumenta cuando se supera el peso ideal, o índice de masa
corporal (IMC), dado por el peso en kg dividido por la talla
al cuadrado. El sobrepeso repercute sobre diversos aparatos,
sobre todo a nivel cardiocirculatorio, metabólico,
respiratorio y ósteo-articular.
El
sistema cardiovascular se somete en los obesos a un esfuerzo
mayor, para mover una masa excesiva, pero sobre todo en relación
a la hipertensión arterial, que habitualmente padecen, y
sobrecarga el trabajo cardíaco. Además, la masa abdominal de
grasa dificulta la ventilación pulmonar.
La
obesidad también se asocia a alteraciones metabólicas de
grasas (dislipemias) y glúcidos (diabetes), que aceleran el
envejecimiento por arteriosclerosis.
Las
articulaciones sufren, agraviadas por la sobrecarga ponderal;
y lo mismo ocurre con las venas de los miembros inferiores: el
obeso sufre de reumatismo y de várices. Toda esta patología
implica un desafío, no sólo para la población general, sino
para los medios asistenciales y para la economía de nuestro
sistema de salud.
Similar
tendencia en el resto del mundo occidental planteó un vínculo
entre obesidad y la cultura tecnológica, propia de los países
desarrollados, que lleva a un mayor sedentarismo. El acceso
extendido al automóvil, y las largas horas de trabajo ante la
computadora parecen un factor decisivo. Lo mismo, a nivel de jóvenes,
la sustitución de actividad deportiva por juegos electrónicos
y el abuso de permanencia ante la TV. En todos los casos se
disminuye la actividad física.
El
otro polo es el dietético: los chicos suelen comer delante
del televisor y/o del monitor, y los adultos, sometidos al
estrés de la competencia, con poco tiempo para dedicar a la
cocina, suelen comer "comidas rápidas", con exceso
de harinas y de grasa. El propio estrés se relacionó como
factor promotor de la ansiedad oral, que lleva a aumentar las
ingestas.
En
las mutualistas hay policlínicas para tratar la obesidad. A
menudo se requiere de un equipo inter y multidisciplinario que
eduque en el hogar, la enseñanza, para generar hábitos dietéticos
adecuados y promover la actividad física como recurso
imprescindible para la salud.